Al finalizar la Guerra del Pacífico, gran parte de la población china emigró a las principales ciudades de nuestro país, (para trabajar en las haciendas o en la construcción de los ferrocarriles) en especial Lima. A partir de 1950 se empieza a hablar del barrio chino, que surge como uno de los asentamientos más grandes del centro de Lima, rodeada por casas de estilo colonial. En 1971 se inauguró el Arco o porta China, la cual conduce a la calle Capón, famosa por sus "chifas", que abarca las cuadras 7 y 8 del Jirón Andahuaylas. Actualmente, es una zona muy visitada debido a sus exquisitos platos orientales y por los productos que ofrece a sus alrededores.
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